Volver al mundo. Por Remei González
A Victor, in memoriam
El alivio hecho canción
Victor Vical
«At nemo mortem; mille ad hanc aditus patent».
(«Nadie puede arrebatarle la muerte; mil caminos se abren para llegar a ella»).
Séneca
(I) PROLEGÓMENO: NACIMIENTO
Amigo, quisiera contarte que mi amigo ha muerto.
No sé qué cara pondrías. ¿Llorarías, tal vez?
Intuyo una mueca mezcla de aversión y disgusto.
Quizás alivio.
Recuerdo el sol inundando con fuerza la tierra que pisábamos.
Solo hago que repetir, con el corazón empapado,
la palabra «muerto», «muerto», «muerto».
(II) VOLVER AL MUNDO
He venido al mundo
para albergar para siempre
este cariño que me queda
porque no quedan zaguanes
solo este banco escuálido
de esta avenida de terrazas cerradas,
hablan por mí los trescientos sorbos
de cerveza tostada
en mitad del avance lento de la noche
y no sé hacer llegar este indómito
amor hecho de mí sola
y la lenta compresión de ir sabiendo
que lo que siento es solo
un ver tus ojos abiertos
como si no se hubiesen abierto antes nunca
y se hace fuego la distancia
cuando no puedo más que preguntar
¿y qué quieres qué haga?
y la sinceridad ya corre fuera del compás
de estos sorbos que ya no quiero
y la sinceridad remota de saber
que la profesión del cariño eterno
es una voluntad solitaria infundada
que va asomando despacio
la noche también asoma despacio
en las ramas de los árboles
y los escarabajos se van aproximando cerca
boca arriba espalda arriba
yo ya no tengo miedo
y los chuto como antes
he chutado tantas otras cosas
que la punta de mis botas
son dos bocas por donde entra
la realidad entre los dedos
y descubro que he venido al mundo
para albergar para siempre
este cariño que no es tuyo
porque el único zaguán
es este escarabajo patas arriba en movimiento
esta constante vital que es seguir bebiendo
en mitad del avance lento de tantas otras noches
luchar por verter esto que poco de amor tiene
y tus ojos sé que están abiertos
ojipláticos ante mí sin comprender
absolutamente nada
y yo tonta de mí pensando que me explico
recorro las ramas
de las trescientas microconversaciones de antes
y qué quieres qué haga
si al dejar de sorberte descubro
que todo esto
sirve para poco más que nada.
(III) ESTAR
Y aquí estamos,
a las tres de la mañana
comiendo tortilla de patata precocinada,
bebiéndonos la noche
como si quisiéramos llegar satisfechos
a mañana.
Pero no queremos.
Prefabricado está también nuestro corazón
esta madrugada,
se me pierden los párpados
en todo lo que nunca te dije
y la boca en todo lo que no comprendiste,
y seguramente esperas
el momento certero para hacer diana
e igual tú te has pensado
que mi amabilidad nocturna
este morirme de sueño
va a llevarte a mi cama,
es posible, teniendo en cuenta
que te estás comiendo mi batido de yogur de fresa
en la cocina de mi casa
y que yo ando terminándome
este tinto de verano,
que tenemos mucho sueño
y que yo he pagado el taxi
del Limerick hasta mi casa.
Por la mañana
tiro la botella de plástico
de lo que de anoche quedó de nosotros,
tiro el envoltorio de plástico
de la tortilla prefabricada,
todo lo que me queda es un dedo
de batido de yogur de fresa
y una bolsa de basura por reciclar.
Descongelado está mi corazón
cuando no me atrevo a recordarte
pensando en la madrugada,
me disgusta que hayas dejado
tan poco batido de yogur de fresa,
y es que no queremos,
y es que a qué esperamos
y es que aquí seguimos.
(I) INTERMEDIO
Amigo, lo que más duele es saber y ver que el mundo sigue girando
en la tierra que yo sigo pisando y tú sobrevolando.
Todo se vuelve peregrino.
Me parece tan extraño que sigas muerto.
Amigo, te cuento que mi amigo sigue muerto, muerto, muerto.
(II) COMO AMOR
Dicen que nos conocimos,
hicimos como que nos miramos,
luego como que nos acercamos sin querer,
me invitaste a un whisky con cola
y yo acabé pagando también tu cerveza,
dicen que como que echamos unas partidas al billar
y como que nos reíamos juntos
y que contentos no podíamos dejar
de contarnos como nuestras vidas,
como nuestras lástimas, como nuestros latidos,
que fue como si el destino nos hubiese como juntado,
dicen.
Parece como que nos mirábamos como deseándonos,
como que yo acercaba mis dedos a tus labios
como preguntándome cómo no te había encontrado antes,
como que entre nuestros ojos se paró
la rotación de la Tierra,
parece como que vi en ti mi pasado,
mis sueños sin anhelos,
como que luego decidimos que era momento de intimarnos,
como que nos acabamos desnudando una tarde
como para conocer al fin como nuestros cuerpos,
como que agarré tus labios como si fuesen míos,
como que en cuclillas me senté en tus piernas.
Parecer ser que nos escondimos debajo de las sábanas,
que nos montamos el uno al otro
como si al fin fuésemos de juguete
y el mañana, un ente extraño
que íbamos a compartirlo como todo, como para siempre.
Parecer ser que me gustó tu piel
y que a ti te obnubilaron mis sonrisas pequeñas,
que nos quedamos dormidos como en el ahora
y como que fuimos más grandes que el mundo entero,
parecer ser que nos levantamos por la mañana
como se despiertan los amantes
y como que desayunamos juntos y que comimos juntos
y como que no podíamos pensar
en separarnos nunca más
ese día, parece ser.
Dicen que tuvimos amor,
que la suerte estaba echada.
Tuvimos como amor,
parece que lo único que hicimos bien
fue como conocernos.
(III) ÓBITO: NACIMIENTO
Aunque se adueñe la futilidad de nuestros esfuerzos hueros
por luchar entre las nadas extremas, tu existencia intermedia
yace en regalo.
Amigo, te cuento que mi amigo ha muerto, muerto, muerto.
Remei González Manzanero (Barcelona, 1990). Poeta, autora de «La verdad que no vemos» (XVI Premio Águila de Poesía 2020, de Aguilar de Campoo), de «Habitantes de un paraíso minúsculo» (II Certamen de Poesía de La Equilibrista, 2020) y de «Desrealizaciones y certidumbres» (II Certamen Agustín Sánchez Rodrigo-Villa de Serradilla, 2022). También ha autoeditado los cuadernos de poesía «La confesión de la carne: desdenes del vacío» y «El mundo de las almohadas». El resto de su obra se encuentra diseminada en varias antologías y revistas, accesible también en su página blog Re-interpretaciones.
Más allá de su labor poética, es graduada en Filología Hispánica, máster de Ciencia Cognitiva y Lenguaje y máster de Formación del Profesorado en la Universidad de Barcelona. Actualmente, es profesora de lengua y compagina la vocación docente con la preparación de su tesis doctoral.
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