Reseña ABCDario… por Lucía Peiró
Ante la anteportada una guarda roja aguarda la mirada del lector. Prepárense para adentrarse en el mundo de las consonantes y vocales.
J.M. Calleja incansable recolector de abecedarios, hacedor de silencios hablados entre palabras e imágenes, consigue implicar a Ariel Gangi, Martín Gubins y Carlota Caulfield en este proyecto. La diversidad de miradas está servida.
Si le preguntásemos a Ariel Gangi si puede la armonía equilibrarse, el destino alargarse, zigzaguear la zeta o recortarse a sí misma la erre asentiría, pues es la calma inquietante que genera la sombra, esa calma de la que Tanizaki nos habla en su Elogio de la sombra, la que permite construir nuevas formas, nuevas miradas.
Basándose en sonetos de Góngora, Martín Gubbins confecciona tapices móviles digitales cuyas tramas yurdimbres se superponen tejiendo fonéticamente, y visualizándose en un campo vectorial donde el vacío forma parte de la escritura.
Carlota Caulfield narra en su alfabeto historias para imaginar… No hay dudas que esta letra es loca, nos cuenta de la ele. Y ante la ele la ka, y tras la ele la eme, y así sucesivamente desde la letra A hasta la Zeta nos atrapan las historias encerradas en las letras. Historias que a su vez son capaces de provocar apropiaciones narrativas.
La apertura de otros posibles alfabetos está implícita en ABCDario, un libro de Ediciones Canibaal con prólogo de Bartolomé Ferrando para los que leyendo sueñan hablar y escuchar palabras.
Quienes asistimos a la presentación de este libro en el IVAM con la participación de J.M. Calleja, Ximo Rochera y la intervención de Martín Gubbins pudimos comprobar que los libros de Canibaal también suenan.