Construyendo autómatas. Por Cristina Llamedo
Será que empiezo a establecer analogías con todo lo relacionado con el leitmotiv de este número, pero tras leer noticias del tipo: «se podrá pasar a bachiller con dos asignaturas suspendidas» o «se elimina la asignatura optativa de literatura universal» me entenderéis y veréis arquitectura y terror dentro de la educación. ¿Acaso la educación española está creada sobre unos cimientos más débiles que una hoja de papel sin ser escrita?
Nada nuevo bajo el sol… a estas alturas deberíamos estar curados de espanto, pero no, todavía puede ser peor… Los de mi generación hemos crecido en la época del: si te esfuerzas lo conseguirás… podéis añadir una carcajada de fondo. A veces creemos tanto en ello que nos dan ganas de gritar hasta destrozarnos las cuerdas vocales y no volver a hablar jamás, que ese grito se quede en el aire para siempre siendo testigo de la angustia. También tenemos ganas de derribar muros a puñetazos hasta que nos sangren las manos, porque no siempre es así, que el esfuerzo no siempre hace que consigas los propósitos, por limitaciones o por lo que sea que se inventen o quiera el destino.
Imaginad la impotencia que se siente cuando tu vocación es la educación y ver que la propia educación se encarga de destruir a profesores, maestros y también al alumnado.¿No sentís impotencia al ver que solo se espera que seamos autómatas a la carta? Ten títulos, por los que has pagado y no precisamente poco, porque la educación tiene un precio. Ahora bien, la cultura que consigas depende en gran parte de ti, de tu curiosidad y de las bibliotecas. Títulitis que no te servirá la mayoría de las veces para absolutamente nada si no eres el modelo de autómata que han pensado para esta época. Tener a día de hoy una carrera, un máster y lo que estemos dispuestos a pagar sirve, en algunos casos, simplemente para no romper el equilibrio interior, para que el espíritu no se pudra por dentro y deje paso al vacío.
Adiós filosofía, no es necesario que reflexionéis, ni mucho menos que podáis acceder a las herramientas necesarias para pensar por vosotros mismos y cuestionar la situación en la que vivimos. Despidámonos de tener todo aprobado para conseguir un título. ¿Has suspendido dos en la E.S.O? No pasa nada… puedes acceder al siguiente escalón curricular enhorabuena. Tampoco es necesaria la literatura universal, con que conozcáis tres libros, con suerte, en literatura castellana va bien. Tres libros bastan para toda una vida. No hace falta que leáis lo que se ha escrito fuera de vuestro país, eso no os incumbe. Ni mencionemos a esas lenguas muertas que dicen… a nadie le interesa saber cómo funcionan las palabras, ni el poder que estas esconden. No es necesario recurrir a etimologías, pero sí tenéis que tener en vuestro curriculum unos cinco idiomas y algún que otro dialecto de Siberia y de la África más profunda. Lengua muerta, mente casi muerta, autómatas.