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Russafart 2022, educando en Arte. Por Ximo Rochera

Esta mañana (jueves 26 de mayo) se ha presentado a la prensa la que será la séptima edición de Russafart, la Bienal de arte urbano, en la Galería Imprevisual. En ella estaban Joana Alonso, representante de cervezas Alhambra (patrocinador principal del festival), Arístides Rosell y Rebeca Catalá, como organizadores y Javier Calvo como representante de todos los artistas que forman parte de este encuentro.

Ya hace catorce años de aquella primera vez en que una original idea tomaba forma por las calles y estudios del barrio de Russafa. Y cada dos años se ha venido celebrando exceptuando el parón pandémico que detuvo obligadamente a todo el mundo. Por esta razón se trata de una edición especial y eso se notaba en las caras de los cuatro representantes. Sus sonrisas delataban la emoción que sienten y la alegría por cada uno de esos 214 artistas que formarán parte de Russafart en esta edición que se celebrará del 3 al 5 de junio.

Educar en arte es el lema, pero más que un lema es una línea de actuación, manifestaba Arístides Rosell. El cartel es una muestra más de que estas palabras van en serio: seleccionado entre setenta propuestas en un concurso entre los alumnos de Artes Gráficas de la Ciudad del Aprendiz.

Rebeca Catalá nos ha ido explicando los números –esas maravillosas matemáticas– que modelan esta séptima edición de Russafart: 214 artistas (entre las que hay 120 mujeres), 77 locales (entre talleres, galerías y espacios colaboradores y expositivos), 19 disciplinas diferentes de arte (pintura, fotografía, escultura, performance, joyería artística…). Muchos de los locales, además, son gestionados por mujeres: quizá, después de todo, educar en arte sí tenga resultados.

En esta edición la aportación de cervezas Alhambra, como comenta Joana Alonso, también es expositiva, organizando talleres y actividades en su propio local, como una actuación de pintura en vivo a cargo de la artista Belén Segarra.

El ingenioso artista Javier Calvo interrumpe para hacernos ver lo orgulloso que se encuentra de representar a los artistas, la importancia de estos eventos de barrio que sirven para revitalizarlo y sobre todo la idea de vernos todos nuevamente después de haberlo pasado muy mal.

Arístides incide sobre esa idea de educar en arte, e inevitablemente menciona la ley de educación (tan minusvaloradora del arte) o la ley del mecenazgo (inexistente: dónde quedaron las propuestas electorales), para acabar agradeciendo a los artistas su saber hacer: Sin los artistas no habría Russafart.

A partir del 3 de junio se podrán visitar todos los talleres abiertos para el público, disfrutar de decenas de actividades y conciertos; se podrá tomar la calle y disfrutar del contacto puro con el arte. En la web de Russafart se puede ver todo el programa, reservar actividades e incluso descargar mapas.

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