ActualidadPoesía

POEMAS de Ivan Pozzoni

Almada Negreiros, Retrato Fernando Pessoa, 1964

FIORELLO ME ABURRE

Me duermo frente a la pantalla de papel

culpable de no tener nada nuevo que decir

las letras en mi sangre no fluyen hacia mi aorta

aislado como el padre Ralph de Drogheda en Birds of Bramble,

Me prometo que serán las últimas, estas letras, tipo Jacopo (A) Ortis,

F.r.i.d.a. me espera en el sofá envuelta en su pequeño gris.

Cuando no tengo nada que decir el cursor late a ritmo de blues

cuando escribes a mano, al menos muerdes el capuchón del bolígrafo

aparece, toque a toque, un texto de vana consistencia à la De Signoribus,

te distraes, te levantas, de un lado a otro, con la culpa de un rompehuelgas,

la conciencia de que escribir sobre nada sigue siendo escribir

el equivalente a vivir de la nada es siempre vivir.

Tal vez una oportunidad perdida para seguir haciendo un signo,

o tal vez un fragmento insignificante al estilo de Tomas Tranströmer,

no me conmueven los hechos crónicos, que no sirven para nada  

la caja de arena del perro una vez caducada la suscripción anual a l’Atelier,

tal vez, quién sabe, sin darme cuenta, estoy escribiendo una obra maestra

como millones de escritores italianos con sus violines de Ingres.

Hoy me siento anfibio, mitad Rottweiler y mitad Chihuahua,

mitad anfibio, mitad vehículo blindado de asalto en la batalla de Okinawa,

experimentando la sensación profesional de los mercenarios de Mondadori

su locura no me sorprende

ni que se refugien, como pareja, renunciando a sus contratos farisaicos,

para hundirse, junto con el hecho cultural, en el barco de Teseo.

HOTEL ACAPULCO

Mis manos demacradas siguieron escribiendo

convirtiendo en papel cada voz de la muerte,

no dejé testamento,

olvidando cuidar

lo que todos definen como el quehacer normal

de todo ser humano: oficina, hogar, familia,

el ideal, al fin, de una vida normal.

En el lejano futuro de 2026, toda la defensa

de un contrato indefinido,

tachada de desequilibrada,

encerrado en el centro de Milán,

en el Hotel Acapulco, un hotel decrépito,

reclamando la cosecha de sueños marginales,

agotando los ahorros de toda una vida

en revistas y comidas escasas.

Cuando los Carabinieri irrumpieron

en la decrépita habitación del Hotel Acapulco

y encuentren a otro muerto sin testamento,

¿quién contará la historia ordinaria

de un viejo cortavientos desgastado?

LOS GRANDES POETAS

Los dos últimos años de mi vida, con extremo aburrimiento,

han estado llenos del conocimiento de grandes ‘poetas’,

ninguno de ellos, por extraño que parezca, ostentando el hecho de haber nacido en un pesebre:

todos merecen una portada, blanca, de Einaudi, con la arrogancia de ser sumos sacerdotes.

Cientos de aficionados inconclusos, lejos de cualquier forma de humildad, con el lema de «je rode»

matan versos anodinos, con el veneno de la tinta, como si fueran el rey Herodes,

todos excelentes, refractarios a toda crítica, martirizados en el Monte de los Olivos,

no conciben que nuestra única salvación sea poner dos condones en sus manos,

y, anti-concepcionalmente, evitarnos a todos el mal

de presenciar un aborto cada vez.

Descubro que, según Goethe, «la ironía es el sentimiento que se libera del desapego»:

la ironía, eirôneía, madre de la distopía y el disimulo, sigue siendo la lanza de Don Quijote,

lanza en reposo contra los molinos de viento, advenimiento de la expectativa de jaque mate

contra los que agitan versos tarentinos tan sosos que nos condenan a garrotazos,

revela al ciudadano buey cómo un arruinado desesperado

vino a asesinar a un magistrado y no a una puta,

muestra al hombre de la calle cómo los versos sin neustica

son capaces de liberar el mal crónico de un mundo estreñido.

Descubro que estoy a merced de una escritura de imágenes tridimensionales

que obligará a todos los lectores a cambiar los (tres) cristales de sus gafas a 3D,

señalándome, correctamente, un antiguo mozo de almacén con americana

que dentro de trescientos años la Suecia de Tranströmer ganará la Copa del Mundo,

que estamos viviendo simultáneamente una docena de revoluciones copernicanas

sin darnos cuenta de que un milenio antes de Tranströmer llegó Alcmane.

Ivan Pozzoni nació en Monza en 1976. Introdujo el Derecho y la Literatura en Italia. Ha publicado ensayos sobre filósofos italianos y sobre la ética y la teoría jurídica del mundo antiguo, y ha colaborado en varias revistas italianas e internacionales. Entre 2007 y 2018 se publicaron varias colecciones de sus versos: Underground y Riserva Indiana, con A&B Editrice, Versi Introversi, Mostri, Galata morente, Carmina non dant damen, Scarti di magazzino, Qui gli Austriaci sono più severi dei Borboni, Cherchez la troïka y La malattia invettiva con Limina Mentis, Lame da rasoi, con Joker, Il Guastatore, con Cleup, Patroclo non deve morire, con deComporre Edizioni, y e Kolektivne NSEAE con Divinafollia. Fue fundador y director de la revista literaria Il Guastatore – Quaderni «neon»-avanguardisti; fue fundador y director de la revista literaria L’Arrivista; fue redactor jefe de la revista filosófica internacional Información Filosófica; es o ha sido director de las series Esprit (Limina Mentis), Nidaba (Gilgamesh Edizioni) y Fuzzy (deComporre). Fundó una quincena de editoriales socialistas autogestionadas. Ha escrito/editado 150 volúmenes, redactado 1.000 ensayos, fundado un movimiento de vanguardia (NeoN-avant-gardismo, aprobado por Zygmunt Bauman), con un millar de movimientistas, y redactado un Antimanifiesto NeoN-avant-gardista. Se le menciona en los principales manuales universitarios de historia de la literatura, historiografía filosófica y en los principales volúmenes de crítica literaria. Su volumen La malattia invettiva gana Raduga, mencionado en la crítica de Montano y Strega. Está incluido en el Atlas de poetas italianos contemporáneos de la Universidad de Bolonia y aparece en varias ocasiones en la importante revista literaria internacional Gradiva. Sus versos han sido traducidos a 25 idiomas. En 2024, tras seis años de retirada total de los estudios académicos, regresó al mundo artístico italiano y fundó la Kolektivne NSEAE (Nuova antropología socio/etno/estética) [https://kolektivnenseae.wordpress.com/].

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *