Actualidad

Obnubilación creativa. Por Ricardo Terrones

Hablar del arte conceptual es reflexionar como punto de partida la propuesta creativa de Marcel Duchamp en el siglo XX. Pionero del arte conceptualista, que irrumpió la cosmovisión del artista del siglo pasado. Es así, que hoy por hoy, en estos tiempos de actualidad del siglo XXI, el epicentro más importante del arte global es Art Basel Miami. Queramos o no queramos aceptarlo, es el espacio donde se mide la tendencia de la élite del arte contemporáneo. En dicho evento del 2021, se mostró la tendencia de la pintura y el dibujo en su esencia más profunda, primando una corriente por la figuración, con identidad de interpretación de origen, sumado a un gran discurso conceptual propio de los cientos de artistas del mundo, que participaron con un gran sustento de desarrollo técnico. Como, por ejemplo, estuvo presente el gran arte africano, el arte amazónico brasileño, el arte mexicano y centroamericano, etc.

Cuando miramos el presente contemporáneo del siglo XXI de la nueva generación que quieren ser artistas en el medio artístico nacional peruano, nos encontramos en un contexto del arte actual con una realidad decadente. Con un crecimiento artístico de la nueva generación muy, pero muy básica y superficial, que a pesar de las falencias, buscan un espacio de reconocimiento sin ningún discurso auténtico, sin ninguna vertiente de soporte y sustento de construir una voz con un lenguaje de identidad propia, sin el desarrollo de una exigente y legítima capacidad técnica que marque la diferencia, como demanda y exige en lo más profundo de la creación de una obra de arte. Pues hoy en día, a cualquier desarrollo pictórico creativo, en muchos espacios expositivos, ya se le está reconociendo como una “obra de arte”. Vaya realidad. Esto es contrario a lo legítimo de una innovación artística con propuesta creativa. 

Desde nuestro continente se debe solventar una vertiente con un origen de un discurso universal, con una consistencia de composición interpretativa de un lenguaje latinoamericano, sostenido con un concepto de desarrollo técnico solvente, para el bienestar del progreso y desarrollo del presente arte peruano. De tal manera, el circuito artístico nacional se muestra, con una mirada alienante, sumisa, decorativa, mercantilista, materialista, etc, sometido a la tendencia eurocéntrica. Proponiendo un arte sin principio y vacío.

Ante esa realidad del ámbito nacional artístico, nos encontramos en la avasallante era de la tecnología global, disponiendo una brutal plataforma de publicidad de artistas del medio nacional, con una interesante variedad: el artista como genio del renacimiento, el artista académico del siglo XVII y XVIII, el artista loco que delira, el artista bohemio, el artista romántico, el artista decadente, el artista realista, el artista vanguardista o teórico, el artista de la vanguardia del marketing, el artista excéntrico y bufón, el artista técnico etc.

A pesar de la situación, hay destellos de luces con excelentes pintores y artistas peruanos. Marcan la diferencia, sin tener la oportunidad de mostrar su gran trabajo en los espacios que permitan trascender su obra, en el imaginario de nuestra sociedad peruana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *