La sal del tiempo. Poemas de Omar Balladares
La sal del tiempo. Poemas de Omar Balladares
Mi padre me contó de los secretos instantes
en que las aves afirman sus pies en los troncos de los árboles
en una absurda pretensión por hacerlos volar
colmando de plumas sus brazos
aligerándolos con la eliminación de sus frutos
solicitando a los vientos que también hagan su parte.
Mi padre me dijo que la misma tierra en un acto de incoherente fe
cederá ante el pedido de sus hijos volantes,
…pero todo esto resultará en vano
si uno de esos árboles no se quiere elevar.
Mi padre lo supo siempre
y por eso yace ahí
en la pendular espera del árbol
que se anime para ayudarlo a volar.
Sabía Ulises lo que había hecho
condenándose a la sal del tiempo.
Ahora yo pretendo ser digno de mi reino
y busco no ser olvidado por mi prole
pero los minutos empujan las olas que rompen sobre mis pieles
amenazando este navío con el que me atrevo
a batallar contra las Horas.
Me siento sobre la última butaca
en el vacío
las moribundas luces se posan sobre mí
Se acabó el verso triste
le bajan el volumen a la canción desesperanzadora
Ya no hay subtítulos ascendentes que certifiquen el inminente final
Soy el personaje que no recibió su paga
librando las guerras de un actor principal
Soy la narrativa invisible
un discurso que saborearán los otros
cuando se atraquen de golosinas
mientras yo noche a noche
amenizo la sala con mis muertes
Yo solo quería… leerme en los créditos de este film
El viejo está consciente de lo que ha vivido
Por eso mastica lento para no morir ahogado por lo que come
Toma sus jarabes, jugos, infusiones, potajes y agüitas para alargar la estancia
Se masajea, contornea, se acomoda y se levanta/
cuando sabe que la espalda le enemista
El viejo sabe cuándo el clima se le opone, le favorece o lo traiciona
Por eso cierra las ventanas para que un mal aire no le pegue
Yo en cambio abro todas mis puertas
para que la muerte conozca mi casa.
En aquel instante en que la nube roja intenta
enmudecer el ocaso
es cuando se inunda ella misma,
queriendo ahogar lo que resta del día.
Luego de esto tendremos que irnos y darle paso/
al denso alquitrán sobre el que transitan las nubes
Y yo, en esta arena, buscaré otro túnel para morir
Mi casa es hoy la tumba,
mañana no habrá quién limpie esta playa.
Omar Balladares Rodríguez (Guayaquil, Ecuador, 1979) magister en Literatura Española e Hispanoamericana.
Formó parte del Taller Literario “El Manglar” dirigido por el escritor Marcelo Báez Meza. Su obra poética ha sido reconocida en dos ocasiones al obtener la primera mención de honor en el Concurso Nacional de Literatura (2002) con su libro Masturversos (inédito) y al integrar el grupo de ganadores del Concurso de Poesía El Retorno y formar parte del poemario Trayecto Cero (2009) publicado por el Taller Cultural Retorno.
En narrativa publicó en el año 2000 el texto Infernario. En el año 2006 fue co-guionista del Cortometraje ganador “Gracias por su basura” (basado en uno de sus cuentos) del Concurso de Cortos organizado por la Universidad Santa María.
Ha presentado la obra de reconocidos autores de su localidad y ha sido invitado a varios encuentros literarios de su país: III Encuentro internacional de Poetas en Ecuador “Poesía en Paralelo Cero” (2011) y VIII Festival Internacional de Poesía de Guayaquil “Ileana Espinel Cedeño”(2015)
En el 2012 publicó su primer libro de poemas titulado El Designio de la Espuma.