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FIL(IN) de Ximo Micó

El artista Ximo Micó junto a la comisaria Felicia Puerta

Ximo Micó (Moixent, Valencia). Profesor de educación primaria ha realizado diferentes cursos de expresión artística, fotografía, técnicas escenográficas, formación dramática, etc. en España, Ischia y Torino (Italia), Coulommiers y Fontainebleau (Francia), Titisee-Neustandt (Alemania). Animador sociocultural. Miembro del colectivo de artistas del club Sporting de Russafa y miembro de Gráfica Estructural (U.P.V. Valencia). Especialista en animación por la E.A.J. y miembro de los grupos de teatro Círculo de teatro, Falaguera Teatre y Teatro Quimera. Desde 1994 ha realizado más de 60 exposiciones individuales y colectivas en la Comunidad Valenciana.

La exposición FIL(IN), comisariada por Felicia Puerta, podrá visitarse hasta el próximo 19 de marzo en el Club Sporting Russafa (c/Sevilla, 5, Valencia).

Exposición FIL(IN) en Club Sporting Russafa

Abstracción Poética (En Ximo Micó)

Lo abstracto en arte es lo que no se refiere a nada en concreto, por lo que sugiere en el fondo o bien una impresión de vacuidad, o bien su opuesto, la sugerencia del “todo” como posibilidad. En el proceso de la abstracción poética, la imagen representativa llega al lienzo, como requerida por el contexto; porque el autor la necesita, no porque la obra formalmente lo requiera.

Similar a la literatura, la abstracción poética contempla no sólo la forma externa, sino que nos orienta hacia el interior, enfrentándonos a un mayor número de interrogantes: no sólo qué presenta, propio de la abstracción, sino qué representa, propio del arte como comunicación, y también, cómo expresa, el valor de los medios y recursos que utiliza. La organización formal por una parte, y el entramado icónico por otra; los materiales que utiliza el autor –(filamentos, telas envejecidas, restos de otros procesos, collages, transferencias…) ¿a qué aluden?, ¿a qué realidad se refieren cualquiera de estas unidades de sentido en este espacio abstraído, supuestamente asemántico?

La propuesta estilística de Ximo Micó, como construcción, se va definiendo con sentido crítico y rigor, entre opciones minimalistas, a la par que enlaza sutilmente planos de significación a través de esos pequeños y tímidos objetos en equilibrio inestable. Entre la fuerza o la debilidad de los iconos que introduce en el contexto abstracto, cada obra es una secuencia de una narración más global, lienzo a lienzo, obra a obra, capítulo a capítulo va completando, enriqueciendo y aumentando su significación.

Ese dimorfismo subyacente abstracto-concreto, la pertinencia de su campo semántico arrastrado por los fragmentos de realidad en relación con el espacio plano, matérico, texturado pero ausente de significación concreta, demanda algo más. Aunque la composición esté perfectamente organizada requiere de la incorporación de elementos icónicos aislados, pequeños detalles, títulos evocadores de realidad cotidiana, de historia, de poesía, de pinceladas de atento y crítico observador. La manera cómo están correctamente implantadas en medio de un contexto abstracto permiten una mirada formal, cromática, estructural, una percepción estética, pero necesita también de una segunda lectura que recorra esos mismos elementos significativos, encontrando otras claves llenas de sugestión y de contenidos no cerrados, tal como obraría la poesía en el lenguaje literario.

La evolución del lenguaje abstracto ha pasado por diversas etapas y formulaciones, basculando a veces de lo geometrizante y racional, a lo informal y gestual, enfatizando muy a menudo lo matérico, lo lírico, y hasta lo sígnico… Pero después de evolucionar hacia un hermetismo más minimalista, se fue desvaneciendo, perdiendo interés, a pesar de apariciones intermitentes con propuestas muy individualizadas, frente a la fuerza comunicativa y asimilable figuración narrativa, permaneciendo la abstracción como un discurso cada vez más reducido.

Instalarse de nuevo en una construcción racional, volver a la manifestación pura de las formas y los sentimientos, o utilizar fórmulas expresivas como el valor de la estructura, el uso esencial del cromatismo, detenerse en la sensorialidad matérica, la dimensión espacial, o la experiencia procesual de la acción más visceral, son consideraciones todas ellas fundamentales en las diferentes versiones de la abstracción.

Pero cuando se utilizan sin temor, como lo hace Ximo Micó, y en conjunción con un siempre “buen hacer”, derivado del conocimiento, y aspiración al rigor profesional, es a mi juicio, y será siempre, una honesta y noble práctica artística; en contraposición a  propuestas estéticas actuales a menudo demasiado oportunistas, de tendencia o gusto variable; por lo que, “ser abstracto hoy” sigue siendo después de un siglo, un acto algo silencioso, pero lleno de valentía y libertad expresiva.

Ximo hace uso de los recursos con los que se identifica en ambas dimensiones, abstracción y significación. Dos lenguajes que domina, que le interesan y que le permiten comunicar su rico universo interior, una razón de ser de su productividad, que caracteriza la fuerza expresiva y el calado de su producción; trabaja con sinceridad, manifiesta su emoción sin esperar aprobación.

De la misma manera, el espectador frente a este tipo de proposición, necesita del sosiego del tiempo para su disfrute y contemplación, requiere aislamiento y meditación, pues la expresión llega de un modo que el lenguaje no puede explicar; en ello consiste el poder de evocación en la comunicación visual-poética.

¿Cómo se resuelve la manifiesta paradoja por el uso poético de la abstracción? A menudo nos referimos a lo abstracto como lo vacío, o ausencia de contenidos, tanto a nivel de  referencia como de sugerencia, pero lo abstracto responde también a un acto intelectual y sensitivo en el que la pertinencia del significado es un perfecto aliado. Lo concreto es, entonces, esa condición de objeto determinado por el código necesario en cada espacio, en su justo lugar.

Cuando un elemento seleccionado, detenidamente pensado para que genere significado concreto, se combina con un lenguaje sustancial diferente, la abstracción como lo no significativo, genera un contraste conceptual de difícil resolución en términos formales o lingüísticos, pero que el autor soluciona naturalmente mediante la integración plástica, haciéndolos confluir en connotaciones simultáneas.

Aceptar la abstracción puede suponer una renuncia, una limitación a la expresión de un mundo subjetivo, mundo que lleva y necesita exteriorizar, de modo que Ximo combina ambos lenguajes satisfaciendo sus necesidades de comunicación así como su aspiración estética.

Deduzco por ello que la manera personal de la que hace Ximo suya la abstracción, es también la de encauzar sus ideas, sirviéndose de los códigos de la expresión plástica, para manifestar sus preocupaciones lírico-poéticas. A pesar de no ser el único autor que aúna abstracción y poesía, abstracción y realismo o surrealismo, Ximo no propone la obra sólo como un lugar donde se adquiere significación, sino un espacio donde el espectador lo genera.

La función última de la imagen plástica es activar el pensamiento visual, producir ideas, hacer pensar y sentir; una operación constante de concordancia de significados sin salir de la propia obra. Si la abstracción es una ausencia, la concreción es una sugerencia. La pureza de la abstracción exige también determinar; así se toma la decisión de fijar una forma, un espacio, un color, justo ahí, en un tiempo exacto del proceso, convirtiendo elementos aislados de la cotidianeidad en una configuración estética. Hay un momento del proceso, en que se produce la magia de la transformación, y los meros y pobres materiales devienen en objetos sensibles.

La emoción en el momento de la creación, no corresponde con el tiempo o sentimiento en que se recrea la obra durante la contemplación, pero la producción de Ximo nos traslada a su vivencia, nos invita a intervenir en su proceso, nos conduce a su interior, provoca esa identificación, que el momento de la percepción reproduce, reconoce y remueve. Origen de su veracidad y autenticidad, capaz de expresar simultáneamente, en una gran unidad la estética de la generalidad de la obra, y lo concreto significativo de cada uno de los elementos con los que compone en una única dimensión.

El deleite de la contemplación de las sugerencias de la materia vivida, procesada, con los pensamientos concretos de los trocitos de realidad que selecciona, aísla, muestra sutil y delicadamente, sugieren múltiples evocaciones. Pero también pueden pasar desapercibidos sólo como parte de un todo, con el mismo disimulo que el autor genera su obra diversa y dispersa entre la actividad cultural, la docencia, la literatura, la música, la plástica, el teatro…, contribuye así modestamente a enriquecer nuestra experiencia estética. Gracias Ximo por tu pequeña gran aportación, por tu abstracción concreta, por tu pintura poética, pero sobre todo, por tu humildad y sencillez ejemplo de hombre culto, humanista y comprometido a la vez.

Felicia Puerta

FIL(IN)

Infinidad de los objetos que nos rodean,  independientemente de su origen,  están compuestos en sus estructuras básicas por  tramas filamentosas, por trenzados de mayor o menor envergadura, por una    retícula que unifica  la materia en cuestión. De esa manera,  se logra obtener  la  cohesión y el cuerpo  con las características que le otorgan identidad.  La suma de todos estos peculiares elementos constituye  una unidad, pero  cada uno de ellos, por separado,  también cumple necesariamente su cometido.

A su vez y, paradójicamente, esa unión  se  puede transformar en  atadura, dependencia del resto de individualidades; una atadura que impide per se el correcto desarrollo y proyección de los elementos,  creando hábitos e interrelaciones muy alejadas de la verdadera necesidad y objetivo de la materia que nos ocupa.

Un hilo y por extensión una línea, une, ata, construye, aprieta, ahoga, comunica, acerca o separa… Ofrece seguridad y a su vez representa sumisión.  El desgrane de este elemento,  su reducción a la simplicidad estética, el juego de movimientos sobre su base, la tela o el papel y, al mismo tiempo, la circunscripción estricta y contradictoria al marco de la obra, se convierten en  la metáfora reflexiva sobre sentimientos encontrados y enconados, sobre la base de las propias  relaciones humanas.

Ximo Micó  2018

COTÓ NAFRAT

Vitralls del bosc

dubtós entre les branques

ferida l’ombra

Al cotó nafrat

que demà serà llençol

exigua llàgimes.

 

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